En torno al amor

Palabras prestadas de un lúcido pensador catalán, Eugenio Trías, en su obra Meditación sobre el poder,

"...Ya que amor es posesión. Pero entiéndase bien el vocablo. Es posesión en el sentido en que, al amar, el que alcanza a amar se halla poseído, poseso por el ser amado. Esa posesión es pasión: algo que afecta y acontece al que llega a amar..."

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" El amor es posesión, no propiedad. Es posesión en sentido pasional (que no es sinónimo de pasivo). El alma es, en el amor, poseída por algo que le viene dado y otorgado, algo que le afecta. Pero ese algo -que es el alma ajena, su Imagen en el sentido más propio- lo encuentra el alma en su propia alma, no por entrega que le venga desde el exterior..." " ...El alma se enajena en el amor en sí misma, se abisma en su propia plenitud esencial. Y en ella encuentra, bajo la forma de Alma o Imagen del ser amado, su ser genuino y propio..."

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El amor como posesión hace referencia a la esencia propia, al ser. El amor como propiedad -que no es amor sino deseo- hace, como veremos, referencia al querer tener..."

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" Se es uno con el ser amado, se quiere tener al objeto deseado. El deseo apunta a un objeto desde un sujeto. El amor, por el contrario, abre la unidad clausa y atómica que constituye sujeto-objeto a la plenitud inagotable de la esencia a la vez única y libremente dispersa y dispensada."

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Eugenio Trías, Meditación sobre el poder (ed. Anagrama, 1977)

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Ese empecinamiento, pues, en el ser amado como inagotable fuente de dicha, de placer más allá de la carne, esa arrebatada tozudez, cuando se produce, tiene una justificación esencial: al amar al ser amado, a su Imagen -al que él-ella es en sí mismo/a- estoy amando mi propia esencia, mi propio ser inmarcesible, estoy siendo el que soy de la forma más entusiasta que existe: la forma con que nos modela el amor, modelo que soy yo mismo en su manifestación más perfecta.

¿A qué extrañarse, pues, de este mi querer perdurar en mi propio ser desde la irrenunciable apuesta por un amor que me ha catapultado hacia lo más profundo, auténtico y luminoso de mi mismo?

Pas possible!

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