Nina Simone - I Love You Porgy - 1962

La gran Nina Simone en un tema de la gran ópera moderna "Porgy and Bess" (1935) del gran George Gershwin.
Con Gershwin, el blues y jazz entraron a formar parte de la ópera clásica. Aunque el tema más conocido de esta magna obra sea Summertime, aquí tenemos una extraordinaria interpretación de la inolvidable Nina (voz y piano fabulosos) de un tema menos conocido pero no menos delicado y genial.
Una delicia.

Daedelus - Fair Weather Friends

Para "ambientar" los paréntesis de vida dormida bien viene la fresca creatividad de la música que explora nuevos territorios apoyada en lenguajes gráficos igualmente innovadores.

Vida aparcada

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Esos días en los que nada parece suceder. Días no ya grises si no descoloridos, desvaídos, sin luz, aunque en el intenso cielo azul el sol se empeñe en irradiar alegría. En esos días que uno siente la vida aletargada, como huída, refugiada en el pasado o viajando hacia el presunto futuro... en esos días, digo, los propios latidos resuenan en el pecho con estrépito sordo, con fragor de batalla perdida hace mucho tiempo, sumiéndome en la perplejidad bobalicona del que despierta de una borrachera. Días de sueño ausente, de impotencia, de desgana... en estos días lo mejor es dejarse vivir en la inercia, dejarse morir en paréntesis de vida.

Según parece, la vida también necesita dormir de vez en cuando.

Momentos 2

Paradoja del Momento:
La música se compone de momentos, de instantes engarzados en armoniosa y matemática consecución y, sin embargo, en la esencia de la música se oye el latido de la eternidad. Es, la música, un código cifrado; un lenguaje que hace posible la percepción de lo eterno, la dilución de los momentos de que está compuesta en el gran momento vacío donde todo cabe: ese sentimiento que expulsa la sensación de duración del corazón del hombre para dejarlo suspendido en medio de la nada que fascina y embarga los sentidos.
El momento de la música, la esencia de su naturaleza, es la eternidad que se manifiesta fragmentariamente en armónica cadencia de momentos sonoros.
La embriaguez que procura la música está emparentada con el vértigo que produce lo eterno. El ser ebrio de cadencias, ritmos y armonías musicales, es un ser que atisba lo eterno, que oye voces que le hablan de la desaparición del tiempo -de la inexistencia de la duración-, pero que, esclavo de su limitación, cree que es vícitma de una singular locura, de un patológico delirio.

Paradoja del Momento: tropezón que da el tiempo para caer de bruces en la eternidad. Esto significa el éxtasis musical. También el canto de aquel ruiseñor que sumió al místico en un ensimismamiento que duró doscientos años.

Puertas dimensionales que se abren mediante el sortilegio de la embriaguez y que nos absorben como agujeros negros para arrojarnos a lo eterno, a lo-fuera-del-tiempo, donde, perdida la conciencia de durabilidad, sólo somos sensación contemplativa, ilimitada, de nuestra propia naturaleza diluyéndose en todo lo que es-no-es, manifestación singular de lo plural perdiendo la singularidad en la infinitud de la pluralidad.

Paradoja del Momento: el momento anterior al momento en que el tiempo fue creado. El instante anterior al Big-Bang, un instante eterno, lleno de eternidad incomunicable: el gran momento en que lo eterno decidió crear lo caduco, o la añagaza del tiempo como una tela de araña de la que es casi imposible escapar... Sólo hay que creer en lo diviso, en la parte, en el individuo, para caer presa del tiempo. Quien no tiene conciencia de su propio Yo, quien ignora que es un ser separado de todo lo demás, ese, actúa conforme a su verdadera naturaleza y el tiempo no puede herirle, porque el tiempo sólo hiere a quien tiene conciencia de finitud.

Hay que ser sincero en todo esto. No valen juegos de palabras. Hay que... sentirlo.

b

La Derrota del Tiempo

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Mientras las afiladas garras del tiempo

se hundían en su costado,

inmovilizándole,

dos colmillos, en forma de agujas horarias,

desgarraban su cuello del que brotaba a borbotones

una vida de color rojo encendido

mezclada con burbujas de Krug Rosé.

En su cara no sólo no había el menor signo de dolor

si no que una pícara sonrisa

daba a entender realmente quién era la víctima

y quién el verdugo:

las rojas gotas de vida que caían desde el cuello

sobre el presente borraban los límites entre éste,

el pasado y el futuro,

fundiendo la división del tiempo

en un magma rojo impreciso,

sin confines, sin medida ni cálculo.

Así, a medida que como una mancha de aceite

se extendía cada vez más ese líquido vital carmesí

que manaba de la herida,

las afiladas garras iban tornándose

en suaves dedos que acariciaban delicadamente,

y los agudos colmillos cedían su lugar

a sedosos labios que besaban con ternura...

.

...El inexorable y cruel tiempo

se desvanecía,

trocándose

en una amante

y voluptuosa

eternidad.

b

Momentos

.

Momento como instante, momento como ocasión singular, momento como trascendente oportunidad.

Creador del momento, víctima del momento, testigo del momento.
Momento feliz, momento triste, momento indiferente.
Momento infinitesimal, momento fabuloso. Momento desapercibido, momento angustioso.
Los momentos del Hombre, los momentos de la Naturaleza. Dominar el momento, sentirse inmerso en el momento. Gozar el momento, padecer el momento.
El momento como salpicadura, el momento como ola, el momento como sorbo, el momento como marea.
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Somos un cúmulo de momentos; una construcción de momentos encadenados, ensamblados, solapados; el producto de la suma de momentos que el torbellino de nuestra naturaleza va generando a su alrededor a medida que los momentos nos van haciendo: torbellino de momentos digeridos y asimilados.

Somos colinas de momentos, árboles de momentos, ríos de momentos, llamas que se alimentan de momentos y consumen momentos.

Meras piezas de ajedrez sometidas a los momentos que el inmenso tablero de lo que es-no-es nos procura. Nuestra partida es una consecución de movimientos que son momentos condicionados, combinados, creativos, conservadores.

Azares de momentos nos construyen y deconstruyen, nos esculpen, nos agregan, van conformando lo que somos en este continuo medirse nuestra naturaleza singular con la Naturaleza a la que pertenecemos.

Somos magma de momentos y nube de momentos, lava incandescente de momentos fundidos y lluvia pertinaz de momentos diluídos. Huracán de momentos frenéticos y brisa de plácidos momentos.

Somos aquél instante tejido en la ilimitada red de momentos que conforman lo que es y lo que no es; hebra en la urdimbre del devenir infinito; simple mota de polvo que una vez fue montaña que antes fue lecho de mar y antes materia agregada y condensada por la feliz confluencia de momentos.

Mi nombre es Momento, y mi momento es el resultado de la acción de ilimitados momentos del millón de seres que son, a su vez, y cada uno, adición de innumerables momentos de otro millón de seres,... seres mosaico de momentos, seres taracea de momentos.

Ingentes seres insignificantes hechos de momentos.

Cuando el ser-no-ser se desvincule de los momentos, cuando escape del sometimiento a esta rueda sin fin de momentos infinitos, cuando se libere del instante y haga del instante un infinito inmune a los momentos, entonces ese ser-no-ser recibirá su propio nombre, que no es otro que Uno, el que todo lo es.

b

Embriaguez

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En la efímera existencia

sólo la embriaguez procura

un estado de conciencia

que en la eternidad perdura.

...

.

Ebrio de vino o pasiones

prefiero agotar mi vida:

degustando corazones

con delectación cumplida

o libando ensoñaciones

con las uvas bien nacidas.

...

.

.Ya me rompa el corazón

el amargo amor ingrato

o ya el vino más barato

me resulte cabezón,

Yo elijo pasar el rato

sin notar su duración,

así, por esta razón,

vivo y bebo sin recato.

.

l

Presencia

.

Su imagen en mi memoria

cobra consistencia tal

que no parece virtual

evocación de la historia

si no presencia carnal

luciendo en toda su gloria.

.

Avatar

.

Entró por mi ventana

como una mariposa

y resultó ser vana

efigie de una diosa.

.

Existence

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Oui, Elle va exister,

Elle existera toujours,

comme un souffle d'air frais

qui porte, envoûtant, l'amour.

.

Inexistence

.

.Elle n'a jamais existé.

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Raga Shivranjani on Bansuri (Indian Bamboo Flute)

Meditación del aire. Inflexiones del éter trascendente.
El viento de Brahmá jugando con los cabellos de Shivá, mientras Vishnú contiene el aliento...
Melodías para el recogimiento del alma y la suave danza del corazón.

Mary Margaret O'Hara / I Don't Care

No es Bodies In Trouble pero es la caleidoscópica y milagrosa voz de Mary Margaret O'Hara.
Ya viene la Navidad y yo con estos pelos -escasos-!
Había que hacer algo. Esta es mi prematura apuesta: la verdad es que no me importa la Navidad, pero sí el clima excepcional que conlleva. Cuando uno crece -mucho- vuelve a creer en los Reyes Magos... que todos portamos en nuestro interior -al ladito mismo de nuestros más inconfesables monstruos-.
¡Vivan las voces sugestivas hasta el llanto!
¡Viva la excepción que confirma todas las reglas!
¡¡Feliz Diciembre!!

El Arquero

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Si miras bien a este arquero

y sientes su dardo en tu alma,

si tienes la mente en calma

y tu espíritu es sincero...

.

Es el corazón guerrero

que hay en ti quien así siente

hundirse el dardo en tu frente:

tú eres el blanco y el arquero.

.

l